La descubrí ayer, agazapada en la penumbra del salón, a la espera, mientras yo estaba sentada en el sofá pensando en las tareas que tenía pendientes para hoy.
Al verse descubierta, se acercó, se sentó a mi lado y me dijo:
- No pongas esa cara mujer, que hace tiempo que te sigo a todas partes. Tú y yo seremos compañeras inseparables, por mucho que te resistas, por mucho que intentes apartarme de tu vida, yo siempre voy a estar aquí, esperándote, como un amante fiel.
-¿Desde cuándo ? conseguí preguntar anonadada por el descubrimiento.
-Desde que tienes tantas responsabilidades, que has olvidado disfrutar de los imprevistos. Desde que tienes agenda, desde que miras el reloj y planificas tu vida. Desde que antepones el trabajo a una puesta de sol o a un amanecer. Desde que tus días son todos iguales y te pasas la vida corriendo para no llegar a ninguna parte.
- Pero... eso que dices es espantoso, mi vida no es así, yo siempre procuro sacar tiempo para hacer cosas que me gustan y para disfrutar de la compañía de mi familia y amigos.
-Sí, ya sé que de vez en cuando sientes la necesidad de desafiarme, pero, ¿después que te queda? solo volver a lo cotidiano, y con ello a mi. Sabes que no puedes apartarme de tu vida, me necesitas.
- Yo no te necesito, nadie te necesita, nadie te quiere a su lado. Te instalas a hurtadillas en la vida de los demás, intentas destruir todas las ilusiones y sueños, y encima pretendes que se te acepte por compañera. ¡Ni hablar! ¿Me oyes? No pienso consentir que andes de rondando mi vida, que me amargues la existencia o me robes los sueños. De modo que ya puedes salir por donde has entrado, que aquí nadie te ha llamado y menos aún te necesita.
- Bonito discurso, pero eso se demuestra con acciones, no con palabras. Te desafío, si en unos días consigues apartarme de tu vida, te daré un respiro y me iré a rondar otras existencias. Pero ten en cuenta, que estaré pendiente de ti, y si me necesitas volveré para instalarme aquí para siempre.
Y se fue, hoy no la he visto por ninguna parte, pero sé que solo he ganado una batalla, para ganar la guerra me hará falta mucha fuerza de voluntad y la ayuda de quienes me quieren.
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3 comentarios:
pues sí, la rutina mata..eso de tener horario como q no es lo mio y ni de nadie ...algunas veces he perdido la batalla...pero luego me levanto y digo no!no! perderé la guerra!!...y en sí siempre estaremos en guerra con la rutina...algunas veces el vivir la vida inprovisadamente es tan bueno...claro claro y no perdiendo las responsabilidades n_n...saludotes...
PD:Y que pasara con Beatriz q no la veo??
tienes razon ademas que es un bello escrito ....ho habia entrado hace dias pero llevo una semana arduo complicada jajaja pa remate lo que ya sabesspero me gusto tu escrito ....felicidadesss ...
besos ...
conchiss
Gracias chicas por vuestro comentario.
Feliz domingo a las dos.
Besos
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