(Eduardo Vega Rodríguez)
13.6.08
Gratitud
Cada vez que me cruzo en la calle
con un noble viejo,
a quien tiemblan las piernas y abate
de la vida el peso,
inefable impresión de ternura
en el alma siento:
le saludo, y su mano arrugada
con cariño estrecho.
A veces, alguno, ignorando
la causa del hecho,
pregunta curioso: - ¿Es acaso
de usted algún deudo?
- Algo más le respondo orgulloso:
ese noble viejo a quien amo y saludo,
ése ha sido mi primer maestro.
(Eduardo Vega Rodríguez)
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